Soy Constanza, psicóloga.

«Soy Constanza, y como tu psicóloga, mi objetivo es acompañarte en el proceso de desarrollar nuevas herramientas para afrontar los desafíos que hoy te impiden alcanzar tus metas. Te ofrezco un espacio de confianza y sin juicios, donde puedas conocerte mejor, comprender tus emociones y aprender a gestionar tus pensamientos y conductas de manera más reflexiva. Juntos trabajaremos para que logres un bienestar integral y una vida más plena.»

Tú bienestar emocional

«La psicoterapia humanista ofrece un camino de crecimiento personal y autoconocimiento, ayudando a las personas a manejar los desafíos del día a día. A través de este enfoque, el paciente aprende a comprenderse mejor, reconociendo su capacidad para afrontar la ansiedad, la depresión o el estrés de manera más coherente consigo mismo y su entorno. Descubrir su propio potencial le permitirá desarrollar herramientas para su bienestar integral, abarcando mente, cuerpo y psique.»

«La psicoterapia del bienestar emocional ayuda a regular y gestionar las emociones y sentimientos que forman parte de nuestra vida diaria. Estas nos permiten dar sentido a nuestra identidad y adaptarnos a distintos entornos: social, laboral, familiar y de pareja. Las emociones, por naturaleza, generan cambios y movimientos internos y externos; cuando no se regulan adecuadamente, pueden afectar nuestro bienestar y equilibrio. Cada emoción cumple una función dentro de nuestra psique y nos brinda herramientas para enfrentar los diferentes retos de la vida.»

La terapia integrativa es un enfoque terapéutico que combina distintas corrientes psicológicas para adaptarse a las necesidades específicas de cada persona. Integra técnicas y herramientas de diversas perspectivas, como la terapia cognitivo-conductual, humanista, psicodinámica y sistémica, con el objetivo de ofrecer un tratamiento más flexible y personalizado.

En sesión, se trabaja identificando las dificultades y fortalezas del paciente, utilizando estrategias que favorezcan el autoconocimiento, la regulación emocional y el cambio de patrones disfuncionales. Este enfoque permite abordar el bienestar desde una perspectiva holística, considerando mente, emociones y contexto social para promover un crecimiento integral.

La ansiedad es una respuesta natural del organismo ante situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. Se manifiesta a nivel físico, emocional y cognitivo, generando inquietud, pensamientos acelerados, tensión muscular y, en algunos casos, dificultad para gestionar el día a día.

En terapia, el trabajo con la ansiedad implica identificar sus desencadenantes, comprender su función adaptativa y aprender estrategias para regularla. A través de técnicas como la reestructuración cognitiva, la relajación y la exposición gradual, se busca que la persona adquiera herramientas para manejar la ansiedad de forma saludable y recuperar el equilibrio emocional.

La depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta la forma en que una persona piensa, siente y actúa. Se caracteriza por una sensación persistente de tristeza, pérdida de interés en actividades, fatiga, dificultades en la concentración y cambios en el sueño o el apetito.

En terapia, se trabaja en la comprensión de los factores que contribuyen a la depresión, la identificación de pensamientos negativos recurrentes y la construcción de estrategias para recuperar el bienestar emocional. A través de enfoques terapéuticos adecuados, se busca fortalecer la autoestima, fomentar hábitos saludables y desarrollar herramientas para afrontar la vida con mayor equilibrio y resiliencia.

La autoestima es la percepción y valoración que una persona tiene sobre sí misma, influenciada por sus experiencias, creencias y entorno. Afecta la manera en que nos relacionamos con los demás, tomamos decisiones y enfrentamos desafíos.

En terapia, trabajar la autoestima implica explorar pensamientos, emociones y comportamientos que influyen en la autovaloración, identificar patrones limitantes y fortalecer una visión más equilibrada y compasiva de uno mismo. A través de estrategias terapéuticas, se busca desarrollar seguridad personal, autoconfianza y un sentido de valía más estable y saludable.

El duelo es un proceso emocional y psicológico que experimentamos tras una pérdida significativa, ya sea la muerte de un ser querido, una ruptura, la pérdida de un trabajo o cualquier cambio que implique un desprendimiento importante. Se manifiesta a través de diferentes emociones como tristeza, enojo, culpa, confusión y, en algunos casos, sensación de vacío.

En terapia, el trabajo con el duelo implica reconocer y validar las emociones, entender que es un proceso natural y aprender herramientas para afrontarlo de manera saludable. A través de un acompañamiento empático, se busca integrar la pérdida en la vida de la persona, promoviendo la adaptación y el bienestar emocional sin minimizar la importancia del vínculo perdido.

La dependencia emocional es un patrón de apego excesivo hacia una persona, generalmente en relaciones de pareja, familiares o amistosas, donde se experimenta una necesidad intensa de aprobación, miedo al abandono y dificultad para establecer límites saludables. Esta dependencia puede generar inseguridad, ansiedad y baja autoestima, afectando el bienestar emocional y la autonomía personal.

En terapia, se trabaja en la identificación de creencias limitantes, el fortalecimiento de la autoestima y el desarrollo de habilidades para establecer relaciones más equilibradas y satisfactorias. A través del proceso terapéutico, la persona aprende a reconocer su propio valor, gestionar sus emociones y construir vínculos basados en el respeto y la independencia emocional.

La regulación emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones de manera saludable. Implica aprender a responder de forma adaptativa ante situaciones que generan estrés, ansiedad o malestar, en lugar de reaccionar impulsivamente o evitar las emociones.

En terapia, se trabaja en el desarrollo de estrategias para identificar y expresar emociones de forma equilibrada, modificar pensamientos negativos y adoptar herramientas como la respiración consciente, la reestructuración cognitiva y el autocuidado emocional. El objetivo es fomentar un mayor control sobre la respuesta emocional, promoviendo el bienestar y la estabilidad en la vida cotidiana.

El Trastorno por Déficit de Atención (TDA) y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) son condiciones neurobiológicas que afectan la capacidad de concentración, el control de impulsos y, en algunos casos, el nivel de actividad.

Las personas con TDA suelen presentar dificultades para mantener la atención, organizar tareas y gestionar el tiempo, mientras que quienes tienen TDAH también pueden experimentar hiperactividad e impulsividad. Estos síntomas pueden interferir en la vida académica, laboral y social, generando frustración y baja autoestima.

En terapia, se trabaja en el desarrollo de estrategias para mejorar la atención, la autorregulación y la planificación. A través de técnicas como la reestructuración cognitiva, la gestión del tiempo y el refuerzo positivo, el objetivo es potenciar habilidades que permitan a la persona desenvolverse de manera más efectiva en su día a día.

Los trastornos de la personalidad son patrones persistentes de pensamiento, comportamiento y emoción que afectan la manera en que una persona se percibe a sí misma, se relaciona con los demás y maneja su entorno. Estos patrones suelen ser inflexibles y pueden generar dificultades en la vida personal, social y laboral.

En terapia, se trabaja en la identificación de estos patrones, el desarrollo de estrategias para mejorar la regulación emocional y la construcción de relaciones más saludables. A través de enfoques terapéuticos adecuados, se busca que la persona logre mayor comprensión de sí misma, mayor flexibilidad en su comportamiento y herramientas para mejorar su bienestar emocional y social.

Contacto